viernes, 1 de abril de 2011

Segunda Guerra Mundial

A diferencia de la primera, la II Guerra Mundial por sus características puede en parte denominarse Guerra entre Inglaterra y sus aliados versus Alemania y sus aliados. Francia y Reino Unido declararon la guerra a la Alemania nazi el 3 de septiembre de 1939 en virtud de un tratado suscrito con Polonia, cuyo territorio había sido invadido por la Wehrmacht, ejército alemán. Francia fue derrotada sucesivamente durante la primera parte de la guerra, lo que llevó a que la mitad norte y parte del oeste del país fuese ocupada por los alemanes, y la mitad sur gobernada por el gobierno colaboracionista de Vichy. El país fue finalmente liberado gracias a los esfuerzos conjuntos de los aliados, de las tropas de la "Francia libre" y de la Resistencia organizada en el interior del país.

Primera Guerra Mundial

Por sus características, la I Guerra Mundial en parte puede resumirse como una Guerra entre Francia y sus aliados versus Alemania y sus aliados. Francia resultó vencedora en esta guerra que se desarrolló entre 1914 y 1918, y que le permitió recuperar las provincias de Alsacia y Lorena, anexionadas por Alemania desde la guerra franco-prusiana de 1870. Desde 1918, Francia tuvo el control de la región del Sarre hasta que en 1935, tras un plebiscito y respetando su resultado, se lo devolvió a Alemania. Los destrozos materiales dejaron la infraestructura del país en peor estado que la de Alemania.

Tercera república

Durante las últimas décadas del siglo XIX, Francia al igual que las demás potencias europeas se lanza a colonizar África (ocupando en norte, el Magreb; en el occidente, Sudán y Guinea; en el centro, el Congo; en el sur, Madagascar; y en el oriente, Somalia) y Asia (en el oeste, Líbano y Siria; en el sudeste, Indochina), entre otros. La situación dio origen a numerosos conflictos como el incidente de Fachoda frente a Gran Bretaña por la posesión de una parte del Sudán, que se vio resuelto a través de la "Entente cordiale", o la Crisis de Tanger frente a Alemania, por la hegemonía en Marruecos, que también se solucionó favorablemente.

Segundo Imperio francés

Napoleón III de Francia, sobrino de Napoleón I, dio un golpe de Estado e instauró un nuevo Imperio. El nuevo Régimen intentó compaginar un gobierno autoritario y personalista con el mantenimiento de los principios liberales burgueses. Napoleón III ejerce el poder ejecutivo auxiliado por sus ministros. El poder legislativo se reparte en tres cámaras: un Consejo de Estado, designado por el emperador y encargado de elaborar los proyectos de ley; un Senado, guardian de la Constitución imperial y compuesto por senadores vitalicios también nombrados por Napoleón; y un Congreso, elegido por sufragio universal masculino pero sin iniciativa legal. Bajo una apariencia de participación popular, se mantenía un regimén conservador al gusto de la alta burguesía. La estabilidad política fue acompañada de una económia que propició el desenvolvimiento de todos los sectores productivos y el incremento de los apoyos sociales al régimen. Para restaurar la grandeza de Francia Napoleón III desenvolvió una activa política imperialista llevando a cabo expediciones hacia Africa y Extremo Oriente, venció con Inglaterra a Rusia en la Guerra de Crimea, pero intervino sin éxito en México al intentar constituir un imperio liberal gobernado por Maximiliano I y sucumbió tras la derrota sufrida por su ejército en el marco de la guerra franco-prusiana de 1870-1871. Victor Hugo fue un intelectual que denunciaba los desaciertos del régimen. Durante este periodo se registró la más radical transformación urbanística y de infraestructuras de la historia de París. Tras la abdicación de Napoleón III, surge brevemente la experiencia de la "Comuna de París". En Francia se inventa el globo aeroestático.

Restauración

Cuando Napoleón falleció en 1821 en la isla de Santa Elena, Luis XVIII tomó por segunda vez el imperio pero esta vez con las ensenñanzas de la revolucion.En el Congreso de Viena se intentó restaurar el mapa político europeo. Sin embargo se habían removido los cimientos de la vieja Europa, y ya no volvería a ser la misma. Se entronizó a Luis XVIII, a quien sucedió Carlos X, y a este Luis Felipe I, el "rey ciudadano". En 1830 y 1848 sendas revoluciones nacidas en Francia repercutieron en el resto de Europa, en 1839 Francia le declara le guerra a México conocida como la Guerra de los Pasteles por las reclamaciones hechas del embajador de Francia de pagar seiscientos mil pesos a un pastelero por unos pasteles que no pagaron los soldados de Antonio López de Santa Anna y el fusilamiento de un ciudadano fránces acusado de piratería.

Edad Contemporánea

Primer Imperio francés

El Imperio Napoleónico (1811).
Napoleón I.
El Consulado y la primera República cederían su lugar a Napoleón Bonaparte, que se hizo con el poder en Francia en medio de la Revolución francesa. Napoleón batallando en Italia y Egipto (a donde llevó científicos y estudiosos investigadores, inaugurándose así la "egiptología"), pronto dirigió la contraofensiva francesa ante las potencias europeas que pretendían restaurar el antiguo régimen, de esta manera, general victorioso convertido en héroe de la revolución, se coronó a sí mismo Emperador de Francia en 1804, y construyó un vasto Imperio que lideró el continente. Durante el Imperio de Napoleón I los territorios de Francia se extendieron hasta la frontera con Rusia. Disolvió el Sacro Imperio Romano Germánico, y extendió y afianzó los ideales revolucionarios por toda Europa, y en consecuencia, el mundo. Napoleón, tan genio militar como estadista, ideó el "Bloqueo Continental", para dar una mayor consecuencia económica a sus transformaciones políticas. Promulgó un código civil, al que se denominó posteriormente "Código Napoleónico", modelo en su género. Napoleón, el grande, se enfrentó victorioso en varias guerras a las coaliciones de sus rivales. Finalmente hubo de ser derrotado por la Europa entera coaligada. Así concluyó este Imperio. Bonaparte aun volvió, pero las demás potencias europeas, temerosas, no le dieron tregua. Corría el año 1815.

El Régimen del Terror (1793 - 1794)

La Convención promulgó una nueva Constitución el 24 de junio en la que se ampliaba el carácter democrático de la República . La Constitución de 1793 reconocía el derecho al trabajo, a la asistencia social y a la enseñanza gratuita para todos. El sufragio censatario fue sustituido por el sufragio universal.  Sin embargo, este estatuto nunca llegó a entrar en vigor. El 10 de julio, la presidencia del Comité de Salvación Pública fue transferida a los jacobinos, que reorganizaron completamente las funciones de este nuevo organismo. Tres días después, el político radical Jean-Paul Marat, destacado líder de los jacobinos, fue asesinado por Charlotte de Corday, simpatizante de los girondinos.
Asesinato de Marat por Charlotte Corday
La indignación pública ante este crimen hizo aumentar considerablemente la influencia de los jacobinos en todo el país. El dirigente jacobino Maximilien de Robespierre pasó a ser miembro del Comité de Salvación Pública el 27 de julio y se convirtió en su figura más destacada en poco tiempo. Robespierre, apoyado por Louis Saint-Just, Lazare Carnot, Georges Couthon y otros significados jacobinos, implantó medidas policiales extremas para impedir cualquier acción contrarrevolucionaria. Los poderes del Comité fueron renovados mensualmente por la Convención Nacional desde abril de 1793 hasta julio de 1794, un periodo que pasó a denominarse Reinado del Terror.
Sant-Just
Desde el punto de vista militar, la situación era extremadamente peligrosa para la República. Las potencias enemigas habían reanudado la ofensiva en todos los frentes. Los prusianos habían recuperado Maguncia, Condé-Sur-L'Escaut y Valenciennes, y los británicos mantenían sitiado Tolón. Los insurgentes monárquicos y católicos controlaban gran parte de La Vendée y Bretaña. Caen, Lyon, Marsella, Burdeos y otras importantes localidades se hallaban bajo el poder de los girondinos. El 23 de agosto se emitió un nuevo decreto de reclutamiento para toda la población masculina de Francia en buen estado de salud. Se formaron en poco tiempo catorce nuevos ejércitos —alrededor de 750.000 hombres—, que fueron equipados y enviados al frente rápidamente. Además de estas medidas, el Comité reprimió violentamente la oposición interna.
Ejecución de Mª Antonieta
María Antonieta fue ejecutada el 16 de octubre, y 21 destacados girondinos murieron guillotinados el 31 del mismo mes. Tras estas represalias iniciales, miles de monárquicos, sacerdotes, girondinos y otros sectores acusados de realizar actividades contrarrevolucionarias o de simpatizar con esta causa fueron juzgados por los tribunales revolucionarios, declarados culpables y condenados a morir en la guillotina. El número de personas condenadas a muerte en París ascendió a 2.639, más de la mitad de las cuales (1.515) perecieron durante los meses de junio y julio de 1794. Las penas infligidas a los traidores o presuntos insurgentes fueron más severas en muchos departamentos periféricos, especialmente en los principales centros de la insurrección monárquica. El tribunal de Nantes, presidido por Jean-Baptiste Carrier, el más severo con los cómplices de los rebeldes de La Vendée, ordenó la ejecución de más de 8.000 personas en un periodo de tres meses. Los tribunales y los comités revolucionarios fueron responsables de la ejecución de casi 17 mil ciudadanos en toda Francia. El número total de víctimas durante el Reinado del Terror llegó a 40.000. Entre los condenados por los tribunales revolucionarios, aproximadamente el 8% eran nobles, el 6% eran miembros del clero, el 14% pertenecía a la clase media y el 70% eran trabajadores o campesinos acusados de eludir el reclutamiento, de deserción, acaparamiento, rebelión u otros delitos. Fue el clero católico el que sufrió proporcionalmente las mayores pérdidas entre todos estos grupos sociales. El odio anticlerical se puso de manifiesto también en la abolición del calendario juliano en octubre de 1793, que fue reemplazado por el calendario republicano. El Comité de Salvación Pública, presidido por Robespierre, intentó reformar Francia basándose de forma fanática en sus propios conceptos de humanitarismo, idealismo social y patriotismo. El Comité, movido por el deseo de establecer una República de la Virtud, alentó la devoción por la república y la victoria y adoptó medidas contra la corrupción y el acaparamiento. Asimismo, el 23 de noviembre de 1793, la Comuna de París ordenó cerrar todas las iglesias de la ciudad —esta decisión fue seguida posteriormente por las autoridades locales de toda Francia— y comenzó a promover la religión revolucionaria, conocida como el Culto a la Razón. Esta actitud, auspiciada por el jacobino Pierre Gaspard Chaumette y sus seguidores extremistas (entre ellos Hébert), acentuó las diferencias entre los jacobinos centristas, liderados por Robespierre, y los fanáticos seguidores de Hébert, una fuerza poderosa en la Convención y en la Comuna de París.
Durante este tiempo, el signo de la guerra se había vuelto favorable para Francia. El general Jean Baptiste Jourdan derrotó a los austríacos el 16 de octubre de 1793, iniciándose así una serie de importantes victorias francesas. A finales de ese año, se había iniciado la ofensiva contra las fuerzas de invasión del Este en el Rin, y Tolón había sido liberado. También era de gran relevancia el hecho de que el Comité de Salvación Pública hubiera aplastado la mayor parte de las insurrecciones de los monárquicos y girondinos.